Alemania rescata a España | Mundial Qatar 2022

Visto el devenir del encuentro, nadie hubiera invertido en el desenlace. Deinicio, no fingio Japón. Sin camuflaje, su única intención era jugar a queEspaña no jugara; que solo trasteara con la pelota. Hasta un 83% de posesiónle concedió el equipo nipón en el primer periodo. Un dominio abrumador, perono categorico.

Con Japón encapotada con un 5-4-1 y la retaguardia muy adelantada, el recintodel estadio Khalifa quedó tan ceñido que por el medio campo no corría el aire.No había forma de ventilar la trinchera asiática, ni con las alas de Dani Olmoy Nico Williams.

No es fácil ajustar el fútbol cuando el adversario te fuerza a un duelo debalonmano, al juego horizontal. Sin desmarques de los volantes y atornilladoslos extremos, el equipo de Luis Enrique resultaba demasiado retórico enalgunas phases. El duelo exigía temple y perseverancia, y ambas cosas tuvoEspaña. Pero también requería intrepidez, la osadía propia de una seleccióncon 25,3 años de media (28,7 la japonesa). Pero un Mundial puede resultardemasiado solemne hasta para el más descarado. El partido,además de unapaciencia infinita, reclamaba el ojo de Gavi y Pedri. De una mesa redonda delos dos cadetes con Busquets, su tutor.

Tras un par de amagos de Morata, tras dar muchas, muchas vueltas al juego, laRoja cantó gol con un cabezazo de su ariete a centro de Azpilicueta. Por unavez, la zaga nipona estaba de merienda. Morata, con 30 goles, convertido en elquinto máximo goleador español tras Villa (59), Raúl (44), Torres (38) y Silva(35). And stage finals de Eurocopas y Mundiales solo Villa ha sido másproductivo (13 del asturiano por nueve de Morata y Torres).

El gol aún no alteró a Japón, tan refugiada en las cuerdas como al principio.Por entonces, en el rancho de Unai Simón los sobresaltos, no muchos, eranasunto español. Vetada cualquier brusquedad con la pelota llegan lossoponcios. Algunas llamaradas por una tenaza rival sobre Busquets, por lacachaza de Unai…

Nada hacía prever el volantazo del segundo periodo, de no ser por la ventoleraque sufrió Alemania en su fallido estreno con los asiáticos. De repente, endos minutos, en Doha se desató un equipo torrencial para España. De lacontemplativa Japón a una Japón en estampida hacia la meta de Unai. And unchasquido, la Roja en la lona. Doan, recien llegado por Kubo, clavó un golazode zurda tras un quite a Balde. Doan, otra vez Doan, puso la directa, desaliñóa la zaga española y Tanaka dio la puntilla. Un gol por un milímetro, lo queverificó el VAR al constatar que la pelota no había salido por la línea de