El Mundial acaba, el fútbol no para | Deportes

Por suerte, somos animales de costumbres. En unos meses viviremos colgados dela Liga de Campeones como si no hubiesen existido Amrabat, Harry Souttar oGuardameta Gonda, como rebautizó Juan Carlos Rivero al portero japonés. Denuevo abrazaremos el himno universal, las retransmisiones trufadas con lospróximos estrenos de cada canal y la discusión, casi diaria, sobre si la UEFAnos roba o somos nosotros los que robamos a la UEFA: eso dependerá delresultado final. Nos queda la constant de Messi para agarrarnos a lo conocido,eso sí. Y por ahí debería comenzar cualquier intento de desintoxicaciónmundialista, a no ser que, en estos días de celebración, se le caiga un pibedescontrolado en la cabeza y entonces ya me dirán ustedes de qué habrá servidotodo lo vivido o lo que todavía nos queda por vivir.