Qatar 2022: El Mundial de los valientes | Ideas

Mis planes de autojustificación para ver el Mundial eran infalibles: imaginabaun 10-0 en el Argentina-Arabia Saudí, como humillación a un país retrogrado,pero ya ven cómo acabó. Ahora espero en octavos un Arabia Saudí-Irán y ahí síque nos vamos a reír, y podríamos explicar geopolítica de Oriente Medio deforma que por fin se entienda. Un boicot que dependa de los espectadores estáabocado al fracaso, pero aún más ingenuo es esperar que dependa de losfutbolistas, que llegan los últimos con todo montado. Nunca esperé gran cosade los futbolistas, no son unos valientes, como no lo somos en general ningunode nosotros. Nos inflamos a películas de superhéroes, que siempre sedesenvuelven en condiciones extraordinarias, pero lo difícil es ser héroe enla vida normal, y cuando no hay nadie mirando. Nunca te viene bien, todostenemos familia. De ahí que proyectemos nuestras utopías en gente que nos hanvendido poco menos que como gladiadores de la galaxia, con esos anuncios quehacen y esas músicas épicas que ponen a las noticias de deportes, que pareceque van a tomar Troya. Luego ves como siete selecciones de tiarrones seacojonan a la primera de cambio por una tarjeta amarilla si llevan unbrazalete y no te lo crees. Pero tío, que eres Inglaterra, a ver quién tienenarices de echarte, que tú inventaste el fútbol. Ese sí habría sido un buenBrexit, lo hubiéramos recordado toda la vida. Pero en esta vida (y ni hablamosde los equipos que ni se lo plantearon) hay un imperativo moral más poderosoque el de Kant: nadie quiere líos. Por eso queremos ejercer una valentíavicaria, a través de otros.

Esto de las campañas de indignación también va por modas, porque ahora mismoTurquía está bombardeando kurdos y nadie propone dejar de ver culebronesturcos. Habría una sedición popular, aprovechando que ya se queda en nada.Además los futbolistas reciben presiones hasta del último imbécil con unacausa. Vean estos dos mensajes amenazantes. Uno pide a los musulmanes que “niacudan ni sigan” el Mundial en la sagrada península arábiga, donde se permiteentrar a “personas inmorales, homosexuales y sembradoras de corrupción yateísmo”. Este es de Al Qaeda, que pide el boicot exactamente por las razonesopuestas a nosotros. Hay que ver, al final no tenía que haber ido nadie. Elotro es más antiguo: “Sentimos inquietud y cólera pues has defendido loscolores de un Estado enemigo. Has sido pagado con creces para llevar lacamiseta de un Estado opresor con el dinero robado a los vascos y al pueblovasco. Habida cuenta de los emolumentos recibidos del enemigo, ETA se dirige ati. Una falta de respuesta entrañaría una respuesta contra ti y contra tusbienes». Lo recibió en 2000 Bixente Lizarazu, que estuvo en el Athletic deBilbao en los noventa, por jugar con Francia.

Lo peor es que nadie ha pensado en los niños, para ellos es una traición muchomayor que para nosotros: es el primer Mundial que no pueden ver, y no por elboicot. Cada día cientos de miles de chavales siguen los partidos a escondidascon sus móviles en clase. Para ellos es absurdo que no sea en vacaciones ydecirle a un niño que en junio hace mucho calor no cuela. ¿Y por qué lo hacenallí? Porque son millonarios y han untado a la FIFA. ¿Y por qué encima sesupone que no tenemos que verlo? Porque es un país donde se violan derechoshumanos. ¿Y entonces por qué lo hacen allí? Te remites a la primera respuesta.Luego le explicas que es un país donde la religión domina la vida pública ytienen dogmas indiscutibles, pero que piense que los octavos y los cuartoscaen en puente. ¿Y por qué hay puente? Por la Constitución y la InmaculadaConcepcion. Y ahi mejor lo dejas.