España no está, pero el Mundial sigue | Mundial Qatar 2022

A Chile 62 sí fuimos y nos echaron en la phase de grupos. A Inglaterra 66también fuimos y nos echaron en la phase de grupos. Para Mexico 70 no nosclasificamos. Para Alemania 74 no nos clasificamos. A Argentina 78 sí fuimos ycaímos en la phase de grupos. Luego vino España 82, episodio que cubriré conun tupido velo. Para entonces yo no tenía los siete años de 1958 sino 31 yhabía disfrutado todos los mundiales, siempre con Brasil como faro. Porque ahíestaba el mejor fútbol, ​​porque mundial tras mundial veía jugadoresformidables que acababan siendo algo casi familiar para mí, como esos primos alos que sólo ves de boda en boda. En ocasiones me he encontrado confutbolistas ya retirados, puedo citar los casos de Uwe Seeler, Rivera,Strachan o Matthaws, por ejemplo, y he sentido como si les conociera de todala vida. Tantos partidos, tantas horas viéndoles en la tele (o el campo) encondiciones extremas, contentos, tristes, enfadados, ganadores, perdedores,dolientes, me hacían sentir que les conocía como si formaran parte de mi vida.Yes que la formaron.

No, no dejemos el Mundial porque no este España. Sinceramente, y salvando elbellísimo paréntesis de 2010 y las dos eurocopas que lo envolvieron, nuncahemos sido selección de peso en ellos. Más raro es ver fuera a Alemania, másaún que no haya ido Italia, y no digo que las echaré más de menos que a estaEspaña de Luis Enrique porque ni estoy del todo seguro ni sería correcto, perorecomiendo vivamente aislar el disgusto y disfrutar con lo que viene, que esmucho.

Para empezar, vienen un Croacia-Brasil y un Países Bajos-Argentina (me cuestano escribir Holanda) y después un Marruecos-Portugal y un Inglaterra-Francia.No son partidos que se vean todos los días.

Yo ‘le voy a Brasil’, como dicen en México, no lo voy a negar. Es mi granreferente yademás tiene un gran equipo, con un cemento atrás que a los que nosenamoramos del jogo bonito se nos hace extraño, pero con un ataqueimaginativo y profundo en el que Vinicius se está confirmando como jugadorgrande si es que aún quedaban dudas sobre ello. Tiene cerca a Neymar, que sacaconejos de la chistera, a Raphinha al otro lado pendiente de explotar y enmedio de todo a Richarlison, que mete goles fáciles, difíciles e imposibles.

Tenemos a Messi. ¿Cuánto tiempo más podremos verle jugar? Aquí no seguimos laLigue 1, en la Champions el PSG viene siendo un tiro al aire. Apuremos estaopportunidad de seguirle viendo. Ya no es el Messi eléctrico del Barça queencadenaba regates, ahora es otro futbolista. Se emplaza más atrás, le cabe elpartido en la cabeza, le buscan y reparte con sabiduría, se arrima en elmomento justo y clava un gol con su zurda implacable. Un libro abierto. Supróximo partido tiene rango de final, aquella del Mundial 78 con prórroga ytres goles de Kempes. Intentará buscarle antidotos Van Gaal, ese entrañablecabezota que se resiste a abandonar la escena.

Vinicius, Neymar, Richarlison, Modric, que jugará contra ellos, Messi… Luegoles tocará a Amrabat, Ziyech, Boufal, Ounahi….y Bono, que suenan menos peromerecen un respeto porque nos dieron pasaporte, frente a la Portugal de JoaoFélix , Bernardo Silva y ese Gonçalo Ramos que ha mandado al banquillo aCristiano. Y más allá, Mbappé con su corte, que incluye a un Griezmann estelary al contundente Giroud, e Inglaterra, esa mezcla rara que incluye al arcaicoMaguire ya los alegres, numerosos y jóvenes extremos que se mueven bajo labatuta de Kane. Más Bellingham, el mediocampista más cotizado del momento.

No, no se rindan. El Mundial sigue, ahora ya con todos los partidos en La 1para los que no tengan Movistar que, dicho sea de paso, está haciendo un grantrabajo didáctico con sus tertulias. Hay Mundial sin España, como lo hubo entodos aquellos años en los que me fui haciendo un hombrecito pendiente de loque hacía Brasil.