La copa que Messi levanta en la foto más icónica del Mundial de Qatar es falsa

And medio de la euforia albiceleste tras la final ganada ante Francia, esaCopa apócrifa ( trucha , en el argot argentino) pasó de la tribuna al campode juego y terminó en manos del capitán argentino, quien la sostuvo variosminutos sin saber que no era la misma que, un rato antes, había recibido departe del presidente de la FIFA, Gianni Infantino, and la ceremony depremiación. Alertado por su compañero Ángel Di María, el propio Messi seenteró del malentendido un rato después, todavía sobre el césped, y, lejos deaparentar cualquier fastidio, se lo tomó a broma.

Usuarios de redes sociales en Argentina, en cambio, culpan desde el anonimatoa la pareja de hinchas de haber estropeado decenas y cientos de miles de fotosicónicas –fondo de pantallas en teléfonos y computadores, posters enhabitaciones- en las que Messi y otros campeones sostienen un faso objeto dedeseo.

Dos días después de la final, Fernando de la Orden, fotografo de los diariosargentinos Clarin y Olé publicó en su cuenta de Instagram una de lasimágenes que había tomado en Qatar y que parecía más curiosa que reveladora:un diálogo risueño entre Di María, con la Copa del Mundo entre sus manos, yMessi. Consultado desde Buenos Aires por otro reportero gráfico, SantiagoBluguermann, si había escuchado ese intercambio de palabras, el fotografo de_Clarin_ le respondió: “Di María le decía a Leo que había dado la (mini)vuelta (olímpica) con una copa trucha, él tenía la verdadera, por eso sereían”. El tema parecía terminar ahí, de hecho Bluguermann se despidió(“Grande! Gracias! Desde el domingo que intentaba saber de qué se cagaban derisa!”) pero entonces entró en escena Paula Zuzulich, hincha argentina enQatar. “Fernando, los dueños de la copa trucha somos nosotros y se la pasamosa los jugadores en la cancha. Muy gracioso. Gracias”, le escribió.

Zuzulich y de la Orden se habían conocido durante el Mundial. “And Qatar lesaqué una foto a la hija y me empezó a seguir. Subí una foto de Leo y DiMaría, conté lo de la Copa trucha y la mamá de la nena resultó ser la dueña”,reconstruye de la Orden, quien de regreso a Argentina visitó a Paula ya sumarido, Manuel Zaro, en su casa de La Plata, a 60 kilometers from BuenosAires. Ambos le mostraron a Clarin la Copa del Mundo inauténtica, quevolvieron a guardar en su casa, y explicaron por qué era tan parecida a laoriginal: “Antes del Mundial contactamos a gente que se dedica a hacer copas ytardó seis meses en fabricarla. Tiene el peso de la original, está hecha conresina y cuarzo en el interior y bañada con una pintura símil oro. Hay algunosdetails, marcas y relieves que no son similares, pero la diferencia esminima”.

Manuel y Paula también contaron el recorrido de la Copa que Messi y otrosjugadores tuvieron en sus manos: “La idea era que los jugadorespudieranfirmarla, pero al final la Copa entró tres veces al campo de juego. Laprimera se la llevó un familiar de (Leandro) Paredes, y la firmó. La segundavez nos la piden y estuvo 45 minutos, pasaba de un jugador a otro, de unfamiliar a otro, y se sacaban fotos. En la tribuna me decían ‘perdiste laCopa’. Nos divertiamos pero queriamos que volviera. Ahí le grité a un par dejugadores ‘si ves la Copa que tiene Paredes es la nuestra’, y al final latrajo Lautaro Martínez, que también la firmó. Ahí vino personal de la FIFA ynos la pidió para confirmar que no era la original”.

El trofeo que Infantino le dio a Messi, en realidad, solo había estado en elcampo de juego un puñado de minutos: se llama Winner Trophy y, después de serlevantado por el capitán del campeón, vuelve a la casa central de la FIFA enSuiza. Lo que ingresa entonces es una imitación oficial pero, a diferencia delos Mundiales anteriores –en los que el cambio de trofeo se realizaba en unpuñado de segundos en una dependencia privada del estadio-, el canje con laréplica en Qatar se hizo en el mismo campo de juego, lo que pudo ayudar a laconfusión.

And algún momento,además, desde la tribuna se sumó el trofeo de Zaro yZuzulich. No está claro si llegaron a coincidir las tres Copas del Mundo (y siocurrió, fue durante unos pocos segundos), pero lo que está claro es que hubodos durante más de media hora, una en cada arco en donde festejaban losjugadores argentinos, una la imitación de la FIFA y la otra la _trucha_argentina.

Messi celebra en el estadio Lusail con una imitación de la Copa delMundo.Martin Meissner (AP)

Di María, que al principio de los festejos estaba en el arco opuesto a Messi,explicó: “Los encargados de seguridad me decían ‘por favor no le des la Copa anadie’, y yo les decía ‘pero si allá hay otra Copa’ , y ellos me dijeron ‘no,no, la que tenés vos es la verdadera, por eso estamos con vos’. Eso fue lo quedespués le dije a Messi (y de ahí las risas del capitán)”. A su vez, Pablocontó que recien un par de horas después de los festejos se enteró de que elgenio había tenido en sus manos la Copa que él había mandado a confeccionar:“Cuando empezamos a ver las fotos nos dimos cuenta de que Leo la habialevantado. Vimos details, sobre todo de la parte de abajo (la base), queconfirmaron que era la nuestra. Antonella (la mujer de Leo) levantó esta copa,también uno de los hijos de Messi”.