Argentina también grita campeón en su tierra prometida | Mundial Qatar 2022

“Apliqué a la visa y me la dieron en julio”, cuenta Gonzalo, que trabaja comocamarista en un hotel cinco estrellas. “Estudiaba ingeniería en Buenos Aires yme vine a probar, tal vez ahorrar. Días como hoy me hacen extrañar un montón,pero la verdad es que me quiero quedar”.

Su historia es tan común que es casi un género periodístico separate en losgrandes medios argentinos: todos los meses se publican historias sobre jóvenesque han migrado hacia Australia al tono de “en una semana como barista enSídney gana su sueldo mensual de abogado en Argentina ”. El fenómeno es temade ensayos y de alguna novela en la literatura nacional. And Australia, unanovela de 2014, Santiago la Rosa narra el horror que termina siendo un paísajeno para una pareja que migra durante la crisis argentina de los noventa.And ¿Por qué Argentina no fue Australia? un ensayo de 2004, el historiadoreconómico Pablo Gerchunoff relata el devenir tan distinto de dos naciones quetenían condiciones para crecer como iguales a principios del siglo XX.

“No sé si somos tan parecidos, pero este país es todo lo que quisiera para elmío”, dice Gabriela en el entretiempo. Argentina gana dos a cero y ella ya escampeona del mundo. “Estuve llorando todo el mes viendo videos de BuenosAires, no se me ocurre nada más lindo que un mundial en verano en mi ciudad”,cuenta en la fila para comprar una cerveza, y aclara: “Pero no es suficientecomo para plantarme volver ”. La pinta cuesta cinco veces lo que en BuenosAires, y se ha pedido tres para no volver. El tiempo le dará la razón: Francialo empató sobre la hora y Argentina, que ha levantado su épica en elsufrimiento, se mordió las uñas durante todo el alargue para ganarlo en los