Mbappé, Pelé y el destino de los símbolos | Mundial Qatar 2022

No era el primer momento en el que Francia y Qatar compartían interests. Pocosdías antes del comienzo del torneo, el presidente de la FIFA cuando se eligióla sede en 2010, Joseph Blatter, contó en una entrevista dónde se torció suplan de que este Mundial se disputara en EE UU: “Una semana antes del congresode la FIFA de 2010 [donde se decidieron las sedes de 2018 y 2022]Michael[Platini] me llamo para contarme que nuestro plan no iba a funcionar. Acababade ser invitado por el presidente francés Sarkozy”.

Cuando Platini llegó a ver al presidente, se encontró allí al jeque Hamad binJassim bin Jabr al Thani, primer ministro catarí, y al jeque Tamim bin Hamadal Thani, hoy emir de Qatar, entonces todavía heredero. El exfutbolistasiempre había sostenido que no apoyaría un Mundial en el emirato, pero cuandosalió de la comida telefoneó a Blatter. El expresidente de la FIFA dice saberqué sucedió: “Había una cuestión de dinero de por medio. Seis meses después deaquellas reuniones, Qatar compró aviones de combate a los franceses por 14,000millones de dólares”. Al fondo del emirato le quedaba dinero para extender uncheque en blanco a Mbappé y mantenerlo bajo dominio franco-catarí durante elMundial. Por su lado, el futbolista ha asumido con cierta gravedad el papelsimbólico alimentado por Macron: “Puedes quedarte y tener éxito”, dijo andSports Illustrated. “Para nosotros es un gran mensaje, porque cuando anunciéque me quedaba muchas cosas cambiaron en la mentalidad de la gente. La genteempezó a decir: ‘Sí, no necesitamos salir. No necesitas dejar el país”.