La rebelion bella e inútil de Kylian Mbappé | Mundial Qatar 2022

Pero el peso del prodigio reside sobre todo en las circunstancias en las quelo ejecutó. “Durante una hora no estuvimos en el partido”, explicó Varane. “Noconseguíamos aplicar el plan que teníamos. Las cosas no salian bien. No sé sipor algo físico, o psicológico”.

Deschamps dejó flotando una duda aún mayor: “Es duro porque por diferentesrazones no estábamos en el plano colectivo ni en el individual. Ya entraremosen las explicaciones”.

Ni siquiera Mbappe era reconocible. Después del primer cuarto de hora, habíatenido más contactos con De Paul que con la pelota. El argentino era el jefedel partido: marcaba el tono, decidía cuándo se sacaba de banda y se encargóde recibir al francés por su zona, pese a que no iba a encargarse de élpersonalmente. Pero ahí estaba De Paul, para darle los primeros empujones dela noche.

Aunque quien le puso más cuesta arriba la final fue su compañero del otrocostado. Di María volaba y Dembélé lo miraba desorientado, como si noentendiera qué sucedía ni dónde se encontraba. En la jugada que terminó deenterrar al futbolista del Barcelona, ​​Di María alcanzó la línea de fondomientras Dembélé lo seguía al trote. El argentino recortó y el francés secomió el amago con tal desgana que cualquiera diría que pensaba que ya paraqué. Lo que sucedió después en el área fue aún más desconcertante. Di María yase le había escapado, pero Dembélé alargó el brazo, se tropezó con un pie y lotiró.

Deschamps lo retiró antes del descanso para que no hiciera más daño, despuésde siete pérdidas, cinco duelos todos perdidos, dos regates y el penalti conel que empezaron a ahogarse. Entró por él Randal Kolo Muani, otro chico deBondy, como el 10, y empezó a fraguarse la rebelión que encabezaron a partirdel minuto 80. En ese momento se escapó el delantero del Eintracht y Otamendilo derribó en el área. El Dibu Martínez acertó que Mbappé había elegido supalo derecho, pero no alcanzó el tiro. Francia seguía allí, y el 10 los habíasostenido desde el punto desde el que no había podido aguantarlos en laEurocopa. La llama estaba prendida. Un minuto después enganchó una voleacuando estaba a punto de caer al suelo y empató la final. “Lo teníamoscontrolado y con dos tiros de mierda nos empatan el partido”, resumió el Dibu