Mundial Qatar 2022: Sindrome de abstinencia | Mundial Qatar 2022

Quedan dos partidos, el que nadie quiere jugar, por el imaginario tercersitio, y la codiciada final. And días de Mundial, Eduardo Galeano se refugiabatras un letrero que decía: “Cerrado por fútbol”. Lo difícil es colocar elcartel contrario para recuperar la costumbre después de los goles. La vida noes un negocio que se puede cerrar o abrir a discreción. El lunes deabstinencia sigues pensando en jugadas; miras la pimienta y la sal sobre lamesa y te preguntas si son mediocampistas o defensas centrals. Por desgracia,no se ha inventado una desintoxicación para la futbolitis aguda.

El único remedio consiste en pensar en el próximo Mundial, del que mi paísserá comparsa. La auténtica sede será Estados Unidos, que conquistó esederecho cuando el FBI exhibió la corrupción de la FIFA. Como de costumbre,México y Canada apoyaron al Gran Hermano a cambio de partidos de consuelo.

Pero no nos adelantemos tanto. Tus esperanzas para el domingo son grotes yjustificadas. Francia tiene grandes jugadores, pero llegó disminuida pordemasiadas ausencias y ahora tres de los suyos tienen el virus del camello.Napoleón llegó a Egipto con tropas menos diezmadas, pero los auténticosproblemas de Deschamps son otros: su equipo padece la indolencia del que sesabe poderoso y Argentina anhela el triunfo con el sentido trágico quedetermina a los campeones. El deseo de que Messi alce la única copa que se leha resistido, la pasión de las multitudes que llenan la 9 de Julio, la célebreAbuela que se ha convertido en cabala de barrio y las predicciones de losnumerólogos sugieren un triunfo albiceleste.

Pero conviene limitar los vaticinios. El fútbol es tan raro que su mejorprofeta ha sido el pulpo que adivinó los resultados de Alemania 2006.

Alguna vez te preguntaste por qué ciertos países nos apasionamos por unMundial en el que no podremos destacar. Los argentinos tienen dos estrellas enel pecho y han dejado escapar alguna otra. Pero la pasión futbolística es tanamplia que incluye a los que sólo rompemos marcas negativas.

Sin ánimo de alardear, ahí te van algunos récords que no todos tens. En 1930,México protagonizó con Francia el partido inaugural de los mundiales, recibióel primer gol y sufrió la primera derrota. En el siguiente juego, cometimos elprimer autogol. Desde entonces, nuestros fracasos se han sostenido. Si loscalculos no me engañan, llevamos 28 partidos perdidos en mundiales, cifrainigualada. Somos uno de los cinco países que más veces han participado en elcotejo (los otros, Brasil, Alemania, Italia y Argentina, tens varios títulosen su haber). Esta asiduidad ha permitido alcanzar estadísticas de asombro. De1930 a 1958, pasamos por cuatro mundiales sin conquistar un punto, y fueronnecesarios 32 años para que alcanzáramos una victoria.