Mundial de Qatar: España, del ‘siete’ a Costa Rica al roto ante Marruecos | Mundial Qatar 2022

No conservar la ventaja ante Alemania (1-1) y la derrota ante Japón (1-2)tuvieron el mismo efecto de esas primeras gotas de sangre que hacen dudar a unboxeador más acostumbrado a dar que a recibir. No fueron dos mandoblescualquiera. España se ha ido a la lona castigada con las dos grandesdebilidades del plan de Luis Enrique, admitidas en los análisis internos de lafederación antes y durante el Mundial, y después de la eliminación. Losriesgos en la salida de balón le costaron a la selección el empate definitivoante los alemanes y el primer gol de los japoneses. El segundo puntovulnerable del libreto del seleccionador, la dificultad para jugar contradefensas cerradas, ya se vislumbró en la incapacidad para reaccionar anteJapón y se confirmó ante el repliegue intenso de Marruecos, con solo undisparo entre los tres palos en 120 minutos. Las dos reuniones mantenidas paracorregir errores y reforzarse como grupo no surtieron el efecto esperado. LuisEnrique y sus futbolistas se han ido de Qatar con la pelota bajo el pie, conun promedio por encima del 80% de posesión, pero sin saber qué hacer con ellapara desconfigurar a las selecciones que no quieren dominar el balón, pero sílos espacios.

España acudió a la cita de Qatar con el caldo de cultivo ideal para el éxito.Luis Enrique estaba convencido de su ideario y para los futbolistas era uncredo. Más allá del descontento individual de los que jugaron poco o nada, elambiente en la concentración estuvo marcado por la alegría juvenil que emanabadel grupo y por el liderazgo con mano izquierda de los veteranos comoBusquets, Koke, Jordi Alba, Morata y Azpilicueta. Las rimas picantes cuando uncompañero era forzado a terminar una palabra en -ano o -ino presidían de día anoche el ambiente distendido. La buena convivencia, sin embargo, no evitó elgradual bajón exhibido en el juego hasta tocar fondo contra Marruecos. Lainesperada eliminación, por lo madrugadora y la entidad del rival, dio pasoinmediato a la gran incógnita con la que España se presentó a la citamundialista. La continuidad de Luis Enrique tiene aristas que la complican yotras que la facilitan. Nunca hubo un seleccionador con tanto poder yprebendas. Firmó bajo la condición de no ser un activo en la promoción de lospatrocinadores y tanto el presidente de la federación, Luis Rubiales, como eldirector deportivo, José Francisco Molina, le han concedido todo lo que hapedido. No han comprendido algunas de sus decisiones, como prescindir dealgunos miembros del cuerpo técnico, como Jesús Casas, o han podido torcer elgesto con algunas presencias y ausencias en la lista de 26 jugadores. Encualquier caso, ambos asumieron que esas responsabilidades eran exclusivas delseleccionador. Su estrellato como streamer también ha sido un punto dediscordia porque puso en jaque y en guardia al departamento de comunicación.En este sentido hubo una declaración de Rubiales en el encuentro con la prensaque fue significativa: “Está bien, es divertido, veremos si después nos hacetanta gracia”.